La fuente

En los instantes de felicidad me retuerzo
no grito porque soy muy discreto
y ante el dolor, muy ecuánime
y ante la muerte, su amigo

excepto en esos instantes de hielo perpetuo
cuando me pierdo de la espuma limpia
fresca y muy transparente
muy quieta
siempre lejana

cuando no estoy para recoger el rocío recién nacido
o beber del manantial de plata
con su halo de plata
y sus gotas de plata
y su agua tan brillante
perdiéndose en el mar.

-Diciembre 17, 2013

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