El séptimo mes de la semana
En este mes de tantos domingos que no fueron tres o cuatro ni sólo cinco. Yo al menos conté trece y me asustaría si el trece no fuera bueno en este mes justo en este mes de número siete en que el agua me vuela el pelo en que el aire me moja la cara y me pule el cuerpo como de roca es ahora que aunque crezco no me alcanza la vida para contradecirme tantas veces ni encender la lámpara oculta en mi refugio de luna llena.