Escapismo La locura se presenta con diferente frecuencia en distintos lugares. A veces uno corre y no se detiene, a veces uno bebe, a veces sólo basta quitar los zapatos de tus pies y seguir caminando por la calle.
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Mostrando las entradas de 2010
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25 Menuda y frágil máscara envuelve un sol naciente, amanecer sin freno; cuando es más bello adivinar una silueta a contraluz; piel a contraboca. Ninfa cantora rugido entre las sombras del desmayo. Corpúsculos ondulantes de caoba y mirra babean por un sólo roce de mis manos. Perece la Edad del Sol al desvanecer su sonrisa y desfallece la muerte entre sus brazos, tibios y frágiles, como la eternidad del alba.
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Ajeno Esta noche siento tu repudio; repulso animal de quietud y sombras. Siento escurrir por todo recoveco el estiercol de sangre con sus delicias de clavel. Te miro, en espejo, con tu izquierda mal parada en la diestra y tu siniestra mentecilla dialéctica erguida entre ramas torcidamente derechas. Bebo tus ojos de orquídea enredada y mordida aborrecido por la ineptitud salvaje de los ismos. Todo por un ya basta de fumador pasivo y pregones de gloria perdida en la aurora de ayer.
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Insuficiencia Recién este año en que me lleno de novedad, voy cayendo en la definición de un sentimiento que me acompaña desde hace ya muchos siempres. No lograba identificarlo con claridad; no es un sentimiento de infeririodad per se, se le parece o qzuiás sea otro disfraz. Yo diría, más bien, que es un sentimiento de insuficiencia que llega cuando temes pasarte de sal con la salsa o de azucar con las galletas; cuando te preguntas: ¿será suficiente detergente?, ¿es suficiente agua?, ¿es suficente sol?, ¿suficientes nubes?, ¿reí suficiente?, ¿recé suficiente?, ¿bebí, comí, quise suficiente?; ¿leí, estudié?, ¿practiqué, canté, escribí suficiente?; ¿es suficiente ejercicio?, ¿es ya demasiado pensar? Inexorablemente, El No de diez mil cabezas atiende cada pregunta por separado; excepto en la última que de tantas vueltas causa una cefalea terrible a la Hidra del No. En sendas telarañas de signos interrogatorios se extraña la simpleza gram...
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I Ataca la nausea y las vueltas al olvido. En guerras, respiros y entre líneas. Se nutre la infamia, alas rotas, líneas quebradas. Lo triste es, en sí, la agonía del tedio al despuntar el alba. II Adoro sus enojos, sus miserias, sus arranques. Su dolida amistad y lágrimas guardadas. Cuánto amor entristecido y calumnias infundadas; y esa noche brilló todo lo inútil que grita el desamparo de los años. No tengo la vida que quieren ni la fuerza. Añoran, enreda la amistad entre líneas y fonemas; entre dientes y terror. No veo otra cosa que el miedo y la sorna y la mente; miente, muerde; mata las sombras cuando se entierra la esperanza III Se exponen las paredes y los pisos y las aves; estériles, abyectos terrores destierran la casualidad. Sin ropajes de nada las alondras respiran miradas. Y a la sombra de la niebla ...
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Futuro sin Recuerdos ...dímelo tú... ¿Dónde está el cisne carmín y su delicado cuello? ¿Dónde sus ojos dorados, su suave aleteo? ¿el resplandor de su alma maculada y tersa? ¿Voló entre nubes brillantes y entre sus sombras? ¿Entre remansos necios de ingravidez? ¿bajo arcadas, bajo nervaduras lejanas? ¿Qué es de la luz en el vitral de la luna? ¿Qué de la puerta y la ventana?, ¿de la llave bajo la almohada y los sueños profundos? ¿A dónde fueron la muerte y la sonrisa? ¿A dónde la verdad y la tibieza nocturna?, ¿a dónde leyenda y mito? ¿a dónde el temblor ligero? ¿A dónde fue la fantasía?
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CONTRALUZ Veo con sigilo a través del cristal; respiro frente al breve reflejo de mi rostro y es justo ahí donde puedo verla: una leve brisa se enreda en su cabello y sonríe. ¿es un tibio respiro de verano o la frescura otoñal de octubre? Detrás de aquél muro ingrávido no puedo más que recordar el olvido. Sonríe y se mira feliz en su reflejo; mueve los labios sin decir nada o habla en susurros y no la escucho. Quizás grite al aire o a la sombra detrás de mi espalda. Inmóvil, secreta; sueña y se arrulla pero no duerme: vive para su propio fuego y para su aliento divino tras el cristal. Espejo cerúleo que refleja mi locura; me mira, me observa, pero sólo veo mis ojos.
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BRILLO DE LA NOCHE A mi anacrónico gemelo Sobre mi corazón su sonrisa vigila el mundo con el pelaje estepario. El joven de plata ríe y adora a los árboles entre los que camina. Hombre de alta talla, noble del mundo antiguo. Metal fundido, fuego del norte. Hay un verso de acero y golpe en su frente. Su ira es de hielo terrible y espinas. Como rey de antaño en su trono púrpura a veces suelta la oscuridad de cuervos y lobos vestidos como él, de plata. Es endrino y brillante como la noche, demonio luminoso de pureza remota; habitante de mi memoria, regente de mi parnaso, gobernante incólume de mi pasado. Héroe de mi futuro. A él sólo presento tributo y sólo de él soy devoto. Impasible, inmóvil, sentado observa una vez más la Luna entre sus dedos sonríe, suspira y se pierde bajo la noche.
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Crónicas Esteparias 1 Me han llamado dicharachero, chorero y cantinfleador; será el sereno pero en aras de hacer este espacio menos borroso por tanto verso, he de escribir algo más... "prososo" (quería evitar prosáico por puro orgullo, pero me temo que sí lo sea) y más epistolar. De cualquier forma, si me cansa o me llega a parecer burdo, siempre puedo borrarlo. En fin. Quizás necesitaría al menos 1 década más para ampliar mi punto de vista y disfrutar más; o quizás necesito sumergirme en la cotidianeidad de la marea humana. Entonces podría decir: esto es vida; vida de soltero, disfrutable y envidiable vida de soltero. Hoy sólo abro la puerta y me recibe el Sí bemol del refrigerador y los discretísimos gritos vecinales. Me saludan las heredades de mis padres: lujosos regalos de comida, especias y menesteres cotidianos. Llego a la sencillez de mi vivienda; muy simple quizás, solitaria, pero mía, el cubil del lobo, "El Palacete del Yango" (o La Caverna, o ambas). Es...