Cuento de hadas

Me tomaste de la mano y te fuiste con pies tan rápidos tan libres como solo pueden volar las ramas de la noche tibia, noche de flor con acero y plomo forjar las alas de la noche tibia, noche del Sol. Me tomaste de la mano y fuiste caminando a su lado tan triste sin mirar por el hombro a quien pisa esa sombra a quien tomas la mano.