Paraíso

Seguí la rueca de Frigg
hasta la brillante colina
la de pasto suave
la de hierba incendio

di con el río de la sanjuanera
iridiscente campo de verdad desnuda
de calor justo que lava la tierra de las horas
de ochenta soles atrapados en los arbustos.

Desembocaba el río en una ciénaga
la más brillante garganta de mar
donde duermen las estrellas
todo sobre una colina.

Y dentro de la colina, el muérdago
y bajo el muérdago dulce, el manantial del río
y en el río, las estrellas
y desde las estrellas, mi muerte
sepultado al fin tan vivo bajo la Tierra.



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